Este poema lo cree gracias a la mejor inspiración que puede haber.
Sí, tú bella mujer.
MUJER,
BENDITA CREACIÓN
Al mirarte, me pregunto:
¿En qué pensó Dios para crearte?
¡Oh maravilla de mujer!
¿Cuál habrá sido su fuente de inspiración?,
ya que eres casi perfecta.
¡En el paraíso! Sí, eso debió haber sido;
por tu voz que encanta,
por la arena de tu piel,
por el sol de tu mirada.
Te crearon de mi costilla
para ser mi compañera,
madre, amiga, hermana.
Te crearon y conocí la felicidad
y sobre todo, la lealtad.
Te crearon y pude contemplar en ti
la gran obra de Dios.
La rosa te mira con envidia
por tu aroma natural,
por tu belleza y faz delicada.
La abeja envidia tu panal
que es la miel de tu trato,
de tus labios, de tus encantos.
Estos versos son para ti;
Sí, para ti: ¡Maravilla de mujer!
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