Hay momentos en que nos alejamos de Dios y se da la lucha entre el bien y el mal.
Según este poema, ¿quién habrá triunfado?
MI MAL, MI BIEN
He
contestado a mi padre
He
mentido a mi madre
Día a
día el pecado es mi compadre.
Mientras
más moderna eres vida
ya no
pienso en el dador de vida.
me
esclavizan los placeres del día a día
del
pecado soy su comida.
¡Qué
miserable eres vida mía!
la
porquería recubre tu alma
el
pecado empaña toda tu calma
¡Qué
miserable eres vida mía!
¡Cuando
entenderé Señor!
qué
sólo en ti hay vida
que día
a día anhelas mi alma
que
sólo quieres darme amor y calma
¡Cuándo
entenderé Señor!
Haz que
sea como el río
quien
siempre busca el mar
para buscarte
a ti mi mar
para
darte a ti mi amar.
Caminando
por el mar voy Señor
buscándote
sin cesar, ¿dónde habitas?
Caminando
por el mar voy Señor
llamándote
sin cesar ¿dónde estás?
buscándote
estoy Señor.
De
tanto caminar y caminar
anhelando
ver tu rostro Señor
me
encontré con un herido pescador
a quien
curé con mucho amor
en
quién pude ver tu bello rostro Señor.
El
pecado ya no es pecado
desde
que te he encontrado.
Autor: León del Sur (Alexis Huarach)
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